SITUACIÓN COMUNICATIVA (1): CONSULTA MÉDICA – ATENCIÓN EN URGENCIAS (manifiesta situación de maltrato) – Ámbito Médico-Asistencial

Dónde: La interacción se produce en el Servicio de Urgencias de un hospital. El Servicio de Urgencias juega un papel primordial para ayudar a las mujeres que sufren violencia de género, ya que siempre está abierto y es un dispositivo de acceso fácil al que suelen asistir en primera instancia estas mujeres que pueden estar siendo maltratadas y necesitan atención de manera puntual e inmediata. En estos servicios de urgencias, es frecuente que las lesiones y síntomas de la víctima sean más graves. Cuando existe sospecha de violencia, siguiendo el Protocolo común para la actuación sanitaria ante la Violencia de Género (2012), se debe procurar llevar a cabo una entrevista específica durante la que se pueda confirmar o descartar que la paciente ha sido víctima de violencia de género.

Cuándo: Una vez que la paciente pasa por el triaje, la estructura  de la consulta médica suele obedecer un esquema similar a aquellas que se producen en Atención Primaria:
1. Saludos iniciales; 2. Evaluación y discusión del estado del paciente; 3. Discusión y prescripción del tratamiento y/o de pruebas técnicas; 4. Despedidas1. Este esquema se repite en cada consulta. La entrevista clínica tendrá como base preguntas de abordaje psicosocial (ver listado de preguntas en el aptdo. de documentos habituales, más abajo). A partir de estas y de la exploración física, el médico o médica puede elaborar el diagnóstico. A continuación, puede prescribir pruebas complementarias y derivar a la paciente a planta, donde recibirá la visita del o de la trabajadora social y de la psicóloga o psicólogo. La fase de despedidas, al igual que la de los saludos iniciales, se diluye y acorta, dada la celeridad en que las interacciones se producen en este contexto.

Reconocimiento de maltrato por parte de la  víctima.  El reconocimiento por parte de la mujer de que está sufriendo maltrato o es víctima de violencia no siempre aparece de forma rápida y sencilla. Puede ocurrir que la paciente al principio niegue una situación de maltrato. El personal sanitario (médica/o o personal de enfermería) debe mantener una actitud alerta para detectar los problemas de salud derivados de la agresión o maltrato y, en caso de sospecha, llevar a cabo la entrevista clínica específica, que consiste en realizar preguntas como las mencionadas anteriormente. La recomendación recogida en distintas  guías de diagnóstico e intervención es que el médico o médica debe dejar claro que el maltrato es un problema de salud, debe informar a la mujer de los recursos existentes y de los procedimientos que se siguen en estos casos, y debe evitar en la entrevista dar la impresión de que el problema tiene una fácil solución, dar falsas esperanzas, o asumir actitudes paternalistas (ver roleplay más abajo).

Quiénes: Médico/a, paciente e intérprete. Puede estar presente también alguna enfermera o enfermero.

Objetivos: Se persigue un doble objetivo, por un lado, obtener información para poder diagnosticar y, por otro lado, y si se confirma el maltrato, informar a la víctima de violencia de género de las consecuencias que esta situación puede tener en su salud y de los recursos disponibles para salir de dicha situación. En cuanto al primer objetivo, ante la sospecha de una situación de violencia de género basada en la exploración física de la paciente, el personal médico realiza preguntas a la paciente para confirmar una situación de maltrato (La paciente puede tardar en reconocer estar sufriendo malos tratos y en manifestar encontrarse en una situación de peligro). Con esta información, el/la médico/a elaborará un breve informe y un parte de lesiones que se deben presentar en el Registro  de Atención Sanitaria en Violencia contra las Mujeres (o equivalente) del hospital (ver documentos habituales, más abajo), desde donde se remitirán al juzgado. En cuanto al segundo objetivo, concluida la fase de evaluación y discusión del estado de la paciente, la/el médica/o procede a la prescripción de pruebas complementarias y a la derivación a planta. El médico o médica también informa a la mujer del procedimiento que se seguirá a continuación, tanto a nivel administrativo como médico.

Cómo: Interpretación consecutiva dialógica, con combinación de intervenciones breves y extensas. Quien interpreta irá variando su posición según se sitúen las y los participantes principales del encuentro. Se situará en un extremo de la mesa (si la hubiere), de forma que pueda ver a ambos interlocutores; de pie, formando un triángulo con la/el médica/o y la paciente; cerca de la cabecera de la camilla, si la paciente está tumbada; o tras un biombo o cortinilla (si hay alguno) mientras se realiza la exploración física a la paciente. Contará con una libreta para tomar notas. Dada la inmediatez del encuentro, el o la intérprete no suele contar con un briefing (sesión previa) con las y los interlocutores, por lo que debe hacerse con documentación previa sobre el caso para preparar la interpretación (ver siguientes apartados).  

Documentos habituales:

Terminología y documentación:

El o la intérprete debe de estar familiarizada con la estructura de la consulta o los protocolos de actuación que se aplican, tanto a nivel regional como a nivel estatal.
La mejor manera de prepararse para interpretar en consulta es revisar ejemplos de preguntas frecuentes que se recogen en los distintos protocolos de actuación nacional y regionales y en las guías de actuación para casos de violencia de género que los servicios de salud de las distintas comunidades autónomas suelen tener 1.Detección_PREGUNTAS.pdf. Del mismo modo, conviene que esté familiarizado/a con el vocabulario relativo a ciertas heridas o lesiones producidas por agresiones sexuales o físicas, tipos de agresiones, partes del cuerpo, eufemismos para describir la situación, o insultos y palabras malsonantes, así  como con las leyes y disposiciones relativas a  la violencia de género, ya sean nacionales (Ley Orgánica 1/2004 de 28 de diciembre de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género) o  autonómicas (se recomienda consultar la sección de RECURSOS GENÉRICOS de la web de formación SOS-VICS).  

 Documentos útiles para la preparación conceptual y terminológica de una interpretación en una consulta médica (aparte de los incluidos en el aptdo. anterior):

Dificultades específicas:

A quien interperta no debe pillarle desprevenido/a ni una declaración explícita por parte de la víctima describiendo los malos tratos, ni una contestación con evasivas o incongruencias en la que la paciente manifiesta tener relaciones conflictivas con su pareja pero a la vez minimiza o excusa el comportamiento de su pareja (Arredondo Provecho et al. 2008, 2012)2 . En ambos casos, debe interpretar el mensaje fielmente y, si fuera necesario, explicar metáforas y expresiones culturales para asegurar el entendimiento.
Del mismo modo, el o la intérprete tiene que ser capaz de distinguir distintos tonos en el discurso de la paciente y, en su caso, de su pareja (en caso de que la acompañe), así como signos del lenguaje no verbal. Si el personal médico le pide información al respecto, tendrá que explicar si ha detectado un tono o una actitud de temor, nerviosismo, tristeza, o si ha percibido determinados estados de ánimo en la paciente, como vergüenza, temor, culpa o desesperanza (Raga et al. 2014)3.
El personal médico puede no ser capaz de detectar estos signos tal y como lo haría en el caso de pacientes autóctonos y, no transmitir esta información, colocaría a las mujeres extranjeras en una situación de desventaja. No debemos olvidar que en cada cultura existen estereotipos de género y mitos relacionados con la violencia de género. La o el intérprete debe ser conocedor de ello, si bien es preferible  aconsejar al profesional médico que sea él quien profundice con más preguntas de modo que pueda valorar a partir de su especialización.
No obstante, hay que tener presente que el o la intérprete puede llegar a ser la única participante que puede informar sobre la existencia de múltiples diferencias de percepción, y puede haber casos en los que sea necesaria su intervención para garantizar la comunicación efectiva dentro del modelo de atención integral a la salud. Como muy bien apuntan Bancroft  et al. (2013: 103)4 “(…) the idea that medical interpreters can, should, and sometimes must intervene to address communication barriers in order to prevent potential tragedies or injuries to the health, safety, and well being of Limited English Proficiency patients or clients is deeply anchored in the culture of the profession”5.
A los consabidos principios de confidencialidad, imparcialidad y fidelidad hay que añadir los principios médicos de beneficiencia (velar por la vida y la salud de la paciente) y no maleficiencia (evitar perjuicios y minimizar daños) (Protocolo común para la actuación sanitaria ante la Violencia de Género 2012). Quien realiza la interpertación se integra en esta situación en el equipo multidisciplinar que atiende a la paciente para proporcionar una atención integral. El o la intérprete es una pieza clave para garantizar los derechos de autonomía de las pacientes de habla extranjera.

Recomendaciones:

La o el intérprete debe:

  • Trasladar el mensaje de manera fiel, clara y concisa.
  • Estar preparado/a para interpretar las preguntas de diferente matiz en las diferentes situaciones y etapas de las mismas.
  • Estar prevenido/a para recibir una contestación con evasivas o una declaración incongruente de la paciente.
  • Si es necesario, explicar las diferentes expresiones culturales para asegurar un completo entendimiento.
  • Prestar especial atención al lenguaje no verbal de la paciente y al tono en el que habla y/o responde las preguntas.
  • Conocer los diferentes estereotipos de género y mitos existentes en cada cultura relacionados con la violencia de género.
  • Prestar atención a  la distribución espacial del encuentro.
  • Conocer el protocolo de la entrevista clínica específica a la supuesta víctima y de las distintas situaciones en las puede intervenir (p.e. las que acaecen en los centros de salud en las consultas de medicina de familia y trabajo social, así como en urgencias, salud mental, medicina forense).
  • Estar preparado/a para los distintos modelos comunicativos que pueden seguir las víctimas extranjeras (silencios, incoherencias, gestos, uso de eufemismos…). Debe estar atento/a y contribuir a la hora de detectar las incoherencias y, por supuesto, no caer en la reformulación y reparación del discurso de la paciente.
  • Estar familiarizado/a con los tipos de documentos que se manejan (p. e.  parte de lesiones)  para realizar una traducción a la vista cuando se requiera.
  • Tener nociones de vocabulario jurídico además de la terminología médica, al igual que conocer la legislación relativa a los derechos de las mujeres inmigrantes víctimas de violencia de género.
  • Desarrollar tácticas de autoconciencia y autocuidado para controlar la fuerte carga emocional que conlleva el trabajar en contextos de violencia de género.

RECURSOS ADICIONALES. A continuación se presentan recursos adicionales para la preparación de encargos de interpretación en el ámbito sanitario. Se recomienda consultar la sección de RECURSOS de la web de formación SOS-VICS.

  • Catálogo Salud Inmigrantes. Recursos disponibles en internet para facilitar la comunicación intercultural en el ámbito de la salud.
    http://www.saludinmigrantes.es/

Material para prácticas de interpretación:

Diccionarios y recursos

Enlace a ROLEPLAYS:

  1. Roleplay español-ruso: Mujer rusa embarazada acude a consulta de urgencias.
    • Pulse aquí para ver los antecedentes del caso y la transcripción del roleplay
    • A continuación puede reproducir el audio del roleplay



1 BORRELL I CARRIÓ, F. (2004). Entrevista clínica. Manual de estrategias prácticas. Barcelona: SEMFYC.

2 ARREDONDO PROVECHO A. B., DEL PLIEGO PILO G., NADAL RUBIO M. y ROY RODRÍGUEZ R. (2008). “Conocimientos y opiniones de los profesionales de la salud de atención especializada acerca de la violencia de género”. Enferm Clín. 2008; 18(4): 175-82.

3 RAGA, F., GONZÁLEZ, E. y BAOUCHI, H.  (2014) “Mediación interlingüística e intercultural en salud mental”. En Grupo CRIT (ed.)  La práctica de la mediación interlingüística e intercultural  en el ámbito sanitario. Granada: Comares, 221-264.

4 BANCROFT, M., BENDANA, L., BRUGGEMAN, J. y FEUERLE, L. (2013).  “Interpreting in the Gray Zone Where Community and Legal Interpreting intersect”. Translation & Interpreting Vol.5 (1), 94-112.

5 La idea de que los y las intérpretes médicas pueden, deberían y a veces deben intervenir para solventar las barreras de comunicación con el fin de prevenir potenciales tragedias o daños a la salud, la seguridad o el bienestar de las y los pacientes con dominio limitado del inglés o de las y los clientes está profundamente arraigada en la cultura de la profesión] (traducción de las autoras).