SITUACIÓN COMUNICATIVA (3): CONSULTA MÉDICA – VISITA HABITUAL – Ámbito Médico-Asistencial

Dónde: Consulta médica en un centro de salud. Según el Protocolo común para la actuación sanitaria ante la Violencia de Género (2012), el primer paso para la detección de un caso de violencia de género puede iniciarse con la visita de la presunta víctima a su médico o médica de familia en el centro de salud. En la primera consulta médica -en Atención Primaria-, el primer paso es la anamnesis y exploración, y la apertura de la historia clínica. No siempre se detecta en esta primera consulta el maltrato o violencia  de género o no siempre la victima reconoce tal hecho. Suele ser tras varias visitas habituales cuando se detecta y reconoce.

Cuándo: La estructura  de la consulta médica suele obedecer al siguiente esquema:
1. Saludos iniciales; 2. Evaluación y discusión del estado de la paciente; 3. Discusión y prescripción del tratamiento y/o de pruebas técnicas; 4. Despedidas1. Este esquema se repite en cada consulta: Tras los saludos, se pasa a la evaluación y discusión del estado de la paciente y el/la médico/a inicia preguntas de abordaje psicosocial (ver listado de preguntas en el aptdo. de documentos habituales, más abajo). Con los datos de la historia clínica, los de la anamnesis y la exploración que le realiza, el médico o médica puede elaborar un diagnóstico sobre el estado de la paciente y, consecuentemente, prescribirle un tratamiento o mandarle pruebas técnicas para completar su diagnóstico. Completados estos puntos, sigue la despedida y el fin de la consulta.
Reconocimiento de maltrato por parte de la  víctima.  El reconocimiento por parte de la mujer de que está sufriendo maltrato o es víctima de violencia no siempre aparece de forma rápida y sencilla y es difícil que surja en el primer encuentro. Es precisamente el personal sanitario (médico/a o personal de enfermería) el que debe mantener una actitud alerta para detectar los problemas de salud derivados de la agresión o maltrato y  el que indaga  mediante las preguntas de abordaje psicosocial hasta conseguir que la víctima reconozca la situación de maltrato en esta o en la siguiente consulta. La recomendación recogida en distintas guías de diagnóstico e intervención es que el médico o médica debe dejar claro que el maltrato es un problema de salud y que se puede hablar de ello en la consulta; debe dejar la puerta abierta a futuras consultas; debe informar a la mujer de los recursos existentes, y debe evitar en la entrevista dar la impresión de que el problema tiene una fácil solución, dar falsas esperanzas, o asumir actitudes paternalistas (ver roleplay más abajo). 

Quiénes: Médico/a, paciente e intérprete. En el caso de quien interpreta es preferible que sea una mujer en la medida de lo posible.

Objetivos: Se persigue un doble objetivo: por un lado, obtener información para poder diagnosticar y, por otro lado, y si se confirma el maltrato, informar a la víctima de violencia de género de los recursos disponibles para salir de dicha situación. En cuanto al primer objetivo, ante la sospecha de una situación de violencia de género basada en la historia clínica, donde se reflejarán probablemente las frecuentes visitas de la paciente durante las semanas anteriores y los síntomas que haya relatado en consulta, el médico o médica realiza preguntas que le permitan determinar el estado de la mujer. Si la exploración física, además, revela signos claros de maltrato, con esta información y la información del historial clínico,  el/la médico/a de familia elabora un breve informe y un parte de lesiones que se deben presentar en el registro del centro de salud (ver documentos habituales, más abajo). En cuanto al segundo objetivo, concluida la fase de evaluación y discusión del estado de la paciente, la médica o el médico procede al diagnóstico, prescribe un tratamiento para las lesiones que haya detectado, e informa a la paciente sobre los pasos a seguir para abordar su situación de maltrato, entre ellos, por ejemplo, acudir a una entrevista con el o la trabajadora social siguiendo el protocolo establecido para estos casos. La trabajadora o trabajador social le puede también informar de cómo poner una denuncia por malos tratos.

Cómo: Interpretación consecutiva dialógica, con combinación de intervenciones breves y extensas. El o la intérprete se situará en un extremo de la mesa, de forma que pueda ver a ambos/as interlocutores/as. Contará con una libreta para tomar notas. No es probable que quien interpreta pueda contar con un briefing (sesión previa) con las y los interlocutores o con la historia clínica de la paciente, por lo que debe hacerse con documentación previa sobre el caso para preparar la interpretación (ver siguientes apartados).

Documentos habituales:

Terminología y documentación:
El o la intérprete debe de estar familiarizada con la estructura de la consulta o los protocolos de actuación que se aplican, tanto a nivel regional como a nivel estatal.
Si bien facilitaría la labor del o de la intérprete el poder acceder con antelación al historial médico de la paciente, esto no suele ser posible. La mejor manera de prepararse para interpretar en consulta es revisar ejemplos de preguntas frecuentes que se recogen en los distintos protocolos de actuación nacional y regionales y en las guías de actuación para casos de violencia de género que los servicios de salud de las distintas comunidades autónomas suelen tener (ver preguntas en aptdo. anterior). Del mismo modo, conviene estar familiarizado/a con el vocabulario relativo a ciertas heridas o lesiones producidas por agresiones sexuales o físicas, tipos de agresiones, partes del cuerpo, eufemismos para describir la situación, o insultos y palabras malsonantes, así  como con las leyes y disposiciones relativas a  la violencia de género, ya sean nacionales (Ley Orgánica 1/2004 de 28 de diciembre de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género) o  autonómicas (se recomienda consultar la sección de RECURSOS GENÉRICOS de la web de formación SOS-VICS).

Documentos útiles para la preparación conceptual y terminológica de una interpretación en una consulta médica de atención primaria (aparte de los incluidos en el aptdo. anterior):

Dificultades específicas:
A quien interperta no debe pillarle desprevenido/a ni una declaración explícita por parte de la víctima describiendo los malos tratos, ni una contestación con evasivas o incongruencias en la que la paciente manifiesta tener relaciones conflictivas con su pareja pero a la vez minimiza o excusa el comportamiento de su pareja (Arredondo Provecho et al. 2008, 2012)2. En ambos casos, debe interpretar el mensaje fielmente y, si fuera necesario, explicar metáforas y expresiones culturales para asegurar el entendimiento.
Del mismo modo, el o la intérprete tiene que ser capaz de distinguir distintos tonos en el discurso de la paciente y, en su caso, de su pareja (en caso de que la acompañe), así como signos del lenguaje no verbal. Si el personal médico le pide información al respecto, tendrá que explicar si ha detectado un tono o una actitud de temor, nerviosismo, tristeza, o si ha percibido determinados estados de ánimo en la paciente, como vergüenza, temor, culpa, desesperanza (Raga et al. 2014)3.
El personal médico puede no ser capaz de detectar estos signos tal y como lo haría en el caso de pacientes autóctonas y, no transmitir esta información, colocaría a las mujeres extranjeras en una situación de desventaja. No debemos olvidar que en cada cultura existen estereotipos de género y mitos relacionados con la violencia de género. La o el intérprete debe ser conocedor de ello, si bien es preferible  aconsejar a la o al profesional médico que sea él quien profundice con más preguntas de modo que pueda valorar a partir de su especialización.
No obstante, hay que tener presente que la o el intérprete puede llegar a ser el único participante que puede informar sobre la existencia de múltiples diferencias de percepción, y puede haber casos en los que sea necesaria su intervención para garantizar la comunicación efectiva dentro del modelo de atención integral a la salud. Como muy bien apuntan Bancroft  et al. (2013: 103)4 “(…) the idea that medical interpreters can, should, and sometimes must intervene to address communication barriers in order to prevent potential tragedies or injuries to the health, safety, and well being of Limited English Proficiency patients or clients is deeply anchored in the culture of the profession”5.
A los consabidos principios de confidencialidad, imparcialidad y fidelidad hay que añadir los principios médicos de beneficiencia (velar por la vida y la salud de la paciente) y no maleficiencia (evitar perjuicios y minimizar daños) (Protocolo común para la actuación sanitaria ante la Violencia de Género 2012). El o la intérprete se integra en esta situación en el equipo multidisciplinar que atiende a la paciente para proporcionar una atención integral. Quien realiza la interpretación es una pieza clave para garantizar los derechos de autonomía de las pacientes de habla extranjera.

Recomendaciones:
El o la intérprete debe:

  • Trasladar el mensaje de manera fiel, clara y concisa.
  • Estar preparado/a para interpretar las preguntas de diferente matiz en las diferentes situaciones y etapas de las mismas.
  • Estar prevenido/a para recibir una contestación con evasivas o una declaración incongruente de la paciente.
  • Si es necesario, explicar las diferentes expresiones culturales para asegurar un completo entendimiento.
  • Prestar especial atención al lenguaje no verbal de la paciente y al tono en el que habla y/o responde las preguntas.
  • Conocer los diferentes estereotipos de género y mitos existentes en cada cultura relacionados con la violencia de género.
  • Prestar atención a  la distribución espacial del encuentro.
  • Conocer el protocolo de la entrevista clínica específica a la supuesta víctima y de las distintas situaciones en las puede intervenir (p.e. las que acaecen en los centros de salud en las consultas de medicina de familia y trabajo social, así como en urgencias, salud mental, medicina forense).
  • Estar preparado/a para los distintos modelos comunicativos que pueden seguir las víctimas extranjeras (silencios, incoherencias, gestos, uso de eufemismos…). Debe estar atento/a y contribuir a la hora de detectar las incoherencias y, por supuesto, no caer en la reformulación y reparación del discurso de la paciente.
  • Estar familiarizado/a con los tipos de documentos que se manejan (p. e.  parte de lesiones)  para realizar una traducción a la vista cuando se requiera.
  • Tener nociones de vocabulario jurídico además de la terminología médica, al igual que conocer la legislación relativa a los derechos de las mujeres inmigrantes víctimas de violencia de género.
  • Desarrollar tácticas de autoconciencia y autocuidado para controlar la fuerte carga emocional que conlleva el trabajar en contextos de violencia de género.

RECURSOS ADICIONALES. A continuación se presentan recursos adicionales para la preparación de encargos de interpretación en el ámbito sanitario. Se recomienda consultar la sección de RECURSOS de la web de formación SOS-VICS.

  • Catálogo Salud Inmigrantes. Recursos disponibles en internet para facilitar la comunicación intercultural en el ámbito de la salud. http://www.saludinmigrantes.es/


Material para prácticas de interpretación:

Diccionarios y recursos

Enlace a ROLEPLAYS:

  1. Roleplay español-rumano: Mujer rumana acude a consulta médica con su médico de familia habitual.
    • Pulse aquí para ver los antecedentes del caso y la transcripción del roleplay
    • A continuación puede reproducir el audio del roleplay


1 BORRELL I CARRIÓ, F. (2004). Entrevista clínica. Manual de estrategias prácticas. Barcelona: SEMFYC.

2 ARREDONDO PROVECHO A. B., DEL PLIEGO PILO G., NADAL RUBIO M. y ROY RODRÍGUEZ R. (2008). “Conocimientos y opiniones de los profesionales de la salud de atención especializada acerca de la violencia de género”. Enferm Clín. 2008; 18(4): 175-82.

3 RAGA, F., GONZÁLEZ, E. y BAOUCHI, H.  (2014) “Mediación interlingüística e intercultural en salud mental”. En Grupo CRIT (ed.)  La práctica de la mediación interlingüística e intercultural  en el ámbito sanitario. Granada: Comares, 221-264.

4 BANCROFT, M., BENDANA, L., BRUGGEMAN, J. y FEUERLE, L. (2013).  “Interpreting in the Gray Zone Where Community and Legal Interpreting intersect”. Translation & Interpreting Vol.5 (1), 94-112.

5 La idea de que las y los intérpretes médicos pueden, deberían y a veces deben intervenir para solventar las barreras de comunicación con el fin de prevenir potenciales tragedias o daños a la salud, la seguridad o el bienestar de los y las pacientes con dominio limitado del inglés o de las y los clientes está profundamente arraigada en la cultura de la profesión] (traducción de las autoras).